15 de mayo de 2009, viernes
Un grupo de jóvenes de Rocafort, alumnos y alumnas del IES Comarcal, están distribuyendo a cara descubierta un pasquín informativo que dice:
«EL ALCALDE DEJA TIRADO AL INSTITUTO PÚBLICO.
El Ayuntamiento de Rocafort se niega a dar una subvención al IES Comarcal para embarcarse en un proyecto educativo que incumbe a todos los alumnos del Centro.
El ayuntamiento de Rocafort, cuyo alcalde es Sebastián Bosch, sin dar ninguna clase de explicación al por qué de su negativa, no ha aportado ninguna ayuda económica al Instituto público ‘IES Comarcal de Rocafort-Burjassot-Godella’, el cual pedía ayuda para financiar un cursillo de mediación gratuito a los alumnos que consiste en formar a determinados alumnos para que ayuden a sus compañero a resolver los conflictos que en ocasiones se dan en la convivencia en el Centro.
El Instituto, al contar solamente con la ayuda económica que han aportado los ayuntamientos de Godella y Burjassot, se ha visto aobligado a reducir las plazas de admisión.
Los alumnos rocafortanos del Instituto se sienten avergonzados de vivir en un pueblo que no apoya la Educación Pública. Y, por otro lado, agradecidos a los otros municipios que les han permitido la oportunidad de recibir el cursillo.
Cabe decir que «La Caixa» y la «CAM» también aportaron su ayuda.»
Hasta aquí la indignación de los jóvenes; a partir de aquí, la mía:
- Me indigna que los alumnos y alumnas de Rocafort sufran el desprecio que siente este ayuntamiento hacia la Enseñanza Pública
- Me indigna que los más de 100 alumnos nuestros que acuden al IES Comarcal no disfruten de las mismas oportunidades formativas extra-escolares que los de Godella y Burjassot, porque el alcalde, la concejala de Educación Ana Llorens, el concejal de Hacienda Alejandro Llácer, y el resto de tropa, ni se preocupen en responder peticiones más que razonables.
- Me indigna que el ayuntamiento destine más de 10.000€ al año para pagar un cheque-regalo-libros-texto de 70€ por alumno que acude a colegios privados, repito PRIVADOS, que cuestan entre 450€/800€ por mes; y que no sea capaz de subvencionar a los 30 alumnos de Rocafort que estudian en el IES Comarcal, y que fueron elegidos para un proyecto educativo encomiable.
- Me indigna que de esos 30 alumnos solamente pudieran asistir 13 al cursillo que se impartía en Almedíjar (Castellón) porque su ayuntamiento (el nuestro, el de todos) no consideró importante echarles una mano, y hubieron de hacerse cargo los ayuntamientos de Godella y Burjassot.
- Me indigna escuchar los lloriqueos del concejal Llácer repitiendo una y otra vez «¡no hay dinero, no hay dinero!», y comprobar que sí que hay dinero para más contrataciones irregulares de Personal, que sí que hay dinero para más chapuzas en «Casa Bou», que sí que hay dinero para panfletadas infames que salen del ayuntamiento, que sí que hay dinero para la gasolina del coche del alcalde, que sí que hay dinero para las noches de hotel del Jefe de Protección Civil y para sus desplazamientos desde La Nucia (Alicante), que sí que hay dinero para desembolsar, sólo en abril, más de 82.000€ en productividades y gratificaciones, que sí que hay dinero … para asuntos inconfesables en una Administración Pública que debería ser transparente y protectora del interés general.
Los estudiantes rocafortanos del IES Comarcal están indignados, y yo me sumo a su indignación porque tengo razones sobradas para proclamar una vez más que éste no es el Rocafort que queremos, porque desde luego no es el que merecemos.
(¡Suerte, chavales!)
15 mayo 2009 at 21:07
Y leo la gaceta de esta semana, y este hombre, el alcalde hace una entrevista en la que dice que está orgulloso de él mismo. Es para leerla. jajaja
17 mayo 2009 at 22:00
En la Comisión de Hacienda celebrada el pasado lunes, en la que se «estudió» (es un decir) el Presupuesto de 2009, los representantes del Grupo Municipal Socialista le preguntamos al Concejal señor Llácer y a la Concejala señora Lloréns, por qué sólo está previsto subvencionar a la AMPA del Colegio Público «San Sebastián».
Fue la señora Lloréns quien nos contestó que «es por tradición».
Le argumenamos que la subvención no se da al centro sino a los niños y niñas que se benefician de las actividades promovidas por sus padres y que no debe importar el municipio en el que se sitúa el Centro.
Le pedimos que se modificara el presupuesto y que se tuviera en cuenta el número de alumnos de Rocafort que asiste a cada uno.
Pareció que iban a mejorarlo, pero, al Pleno del viernes llevaron el mismo presupuesto que habíamos «estudiado» el lunes; es decir, por costumbre, por tradición, al margen de todo razonamiento, de momento sólo está previsto subvencionar al AMPA del Colegio «San Sebastián».
(Durante el plazo de exposición al público del Presupuesto, podrán presentarse reclamaciones.)
14 abril 2011 at 08:00
no solo los alumnos de rocafort estan indignados yo soy una madre indignada mi hija tiene que ir todos los dias a un colegio en el que faltan profesores y no pones sustitutos ,en un colegio que se hacen escursiones y solo val los alumnos de valenciano ( catalan) y en el que enseñen mas politica que otra cosa .
14 abril 2011 at 08:06
me imagino que lo que yo diga no importara a nadie pero por lo menos ya que por obligacion nos a tocado este istituto catalanista totalmente por lo menos que la politica se la dejen en casa y no les coman el cerebro a nuestros estudiantes y den sus matrias en consecuencia yo desde luego no pienso dejas a mi hija en ese colegio es lo peor que he visto en mi vida deverian cerrarlo y luegon nos dicen pijos por llevar a nuestros hijos a colegios concertados.
14 abril 2011 at 09:45
Respuesta a conchin frias cuñat:
Importa lo que dices, y me importa cómo lo dices.
Respecto a la no sustitución de profesores, imagino que sabrás que es una de las medidas adoptadas por la conselleria de Educación (la Generalitat).
Resulta sorprendente que, mientras la administración autonómica impone recortes importantísimos a la enseñanza pública, la propia Generalitat fomenta el concierto con los centros privados inyectándoles dinero público o cediéndoles suelo (público también) para que instalen sus colegios para firmar después con ellos (¡además!) el concierto económico.
Es lo que hay aquí, conchin: el abandono al que ha sometido la Generalitat la enseñanza pública, en todos los órdenes, está obligando al alumnado a «emigrar» a la enseñanza concertada que la misma Generalitat está promoviendo con el dinero de todos.
Un «negocio» redondo.
No voy a entrar en la vieja discusión valenciano/catalán. Como tampoco discutiría las diferencias entre el castellano que se habla en Lugo y el que se habla en Huelva o en Montevideo.
Soy licenciada en Filología, y experta en lenguas Hispánicas, y te aseguro que mezclar las emociones personales y/o territoriales con los argumentos científicos -los únicos que deben contemplarse en una discusión de este tipo- no conducen a ningún sitio. Me comprendes, ¿verdad?
En cuanto a tu comentario sobre la «politización» que -según tu impresión- se imparte a los alumnos, solo un par de cosas:
En el siglo XXI, la formación del alumnado no solamente consiste en que «aprendan» Física, Lengua, Ciencias, Historia, Matemáticas, Filosofía… sino en que adquieran habilidades para pensar, reflexionar, debatir, y dialogar sobre esas mismas disciplinas en relación con la vida. Para que sean capaces de crecer como personas en valores fundamentales: respeto, tolerancia, diálogo… y para que, con los años y la experiencia, puedan argumentar sus convicciones (sean las que sean) desde la libertad que da el Conocimiento.
Negar el holocausto de la Alemania nazi en una clase de Historia, o imponer criterios contra-científicos en una clase de Ciencias, es engañar y utilizar la mala fe ante un auditorio de niños o de jóvenes a los que, el propio profesor, les está negando el conocimiento de datos objetivos (históricos o científicos) con los que podrán construir sus propias reflexiones.
Y eso, está pasando.
No tengamos miedo a que nuestros hijos tengan más oportunidades que nosotros para formarse en valores universales desde la infancia. Para que puedan abrirse camino con sus propias herramientas de reflexión, para que escuchen opiniones diferentes y defiendan la suya.
No tengamos miedo a que puedan llegar a ser mejores personas: más formadas, más solidarias, más respetuosas, más libres y más críticas.
Si eso es «politizar» la enseñanza, discrepo contigo desde el más absoluto respeto.
Muchas gracias por intervenir.
14 abril 2011 at 22:28
Tienes toda la razón del mundo, este Ayuntamiento no apoya ninguna actividad del IES Comarcal, solo ha consignado una partida mínima para el APMA del IES y olvida que muchos de nuestros hijos asisten a ese centro, espero que el próximo gobierno dedique más recursos al instituto IES y al Barranquet, aunque yo haya pasado a mis hijas al EPLA por no querer llevarlas al IES después de la experiencia de haberlas tenido toda la primaria en El Barranquet. Es justo que mi Ayuntamiento o el futuro Ayuntamiento presidido por Amparo Sampedro me prive que cualquier tipo de subvención o ayuda?
15 abril 2011 at 17:17
El último párrafo del comentario de Miguel González me recuerda a Carlota Navarro, portavoz del PP, cuando defiende que, en la concesión de ayuda municipal para libros, no se debe distinguir entre niños que asisten a colegios públicos y niños que asisten a los colegios privados más caros del área metropolitana.
Tengo que reconocer que, con relación a la enseñanza, tengo una opinión muy personal: la de una niña nacida en 1953 en un pueblo en el que los/as niños/as se clasificaban en dos grupos: unos, sin demasiados recursos, en la escuela pública, cursaban «estudios primarios» (leer, escribir y las «cuatro reglas»: sumar, restar, multiplicar y dividir); otros -quienes podían pagar alguno de los dos colegios privados- estudiaban bachillerato.
Descarnadamente, allí y entonces, se decía que los primeros eran carne de fábrica (de papel, de hilados…) mientras que los del bachiller podían aspirar a otros trabajos y tareas mas gratificantes.
Creo que fue el curso 1971-72 cuando Villar Palasí unificó los estudios: a partir de entonces, todos los niños estudiaron lo mismo: EGB, BUP y COU.
Estudiar lo mismo no garantiza tener igualdad de oportunidades para acceder al saber, a la formación, al conocimiento.
Y, por eso, quienes creemos en el derecho a la igualdad de los/as niños/as defendemos una enseñanza pública de calidad que no incremente las desigualdades. Pero, cuando los recursos son limitados y hay que distribuirlos; cuando los ayuntamientos debemos suplir lo que no hace La Generalitat, entendemos que la máxima igualdad puede exigir aplicar discriminaciones positivas.
Perdonadme el rollo, pero, cuando surge el tema de la educación no puedo evitar la indignación que me produce la política educativa del PP, que cada día nos acerca mas a la época anterior a la ley Villar Palasí (¿Será que Fraga aún vela por su persistencia?).
17 abril 2011 at 00:33
Creo que conchin habla desde una experiencia personal, convirtiendo lo particular en general. Habría que saber más detalles de ambos lados.
Yo fui un alumno de la escuela pública. Canté muchos himnos de montañas nevadas, levanté mucho el brazo y recé mucho, mucho, a la fuerza. Aquello sí que era política dura, acompañada normalmente de bofetones y castigos.
En la universidad, pública, por supuesto, empezaron a enseñarme lo más importante que se puede enseñar, y a lo que alude Amparo: a pensar.
Luego, fui profesor, de la enseñanza pública, por supuesto. Estoy seguro de que, si conchin hubiera estudiado conmigo, hoy no diría lo que ha dicho. Y estaría muy feliz de ser objetiva, abierta, omnipensante y tolerante.
Tal vez, me hubiera oído repetir muchas veces la demoledora y sarcástica frase de Larra a los españoles: Es una enfermedad la de pensar. Dios os libre de ella.
Todo, en la escuela pública, por supuesto.