29 de mayo de 2009, viernes
El semanario «La Gaceta de nuestra comarca», en la edición de hoy, publica un artículo de opinión firmado por Trabajadores de la Casa de Cultura, así, en genérico y bajo el anonimato.
El título, «El acoso a unos trabajadores», se corresponde con el contenido al que acostumbran.
La práctica de dejar por escrito su retórica victimista no es nueva; en el año 2006, este grupo de trabajadores confeccionaron una carta interna con el mismo sentimiento que la que hoy me ocupa, pero con fines aún más perversos: obligar a firmarla a otros empleados para poner contra la pared a una trabajadora municipal que denució ante los Tribunales el «mobbing» que estaba sufriendo en su lugar de trabajo, y cuyo proceso judicial se encontraba en aquel momento en fase de Vista. Finalmente, los Tribunales condenaron al Ayuntamiento por «hostigamiento laboral y moral», y le obligaron a pagar una indemnización a aquella mujer que prefirió abandonar su puesto de trabajo fijo en plantilla, antes que seguir en aquel infierno.
Ese método lo han seguido utilizando con regularidad cuando las cosas se les ponen feas (retórica victimista); lo hicieron contra el Interventor cuando éste comenzó a reclamar papeles y documentación sobre diferentes expedientes; y lo hicieron contra el alcalde en funciones, Javier Almela, cuando éste durante aquellos meses procuró mantener siempre una relación correcta y amable con los concejales de la oposición, y con todos los trabajadores municipales. En ambos casos -en el del Interventor y en el de Javier Almela- ya tiene delito que los escritos que presentaron contaran con el aval y las firmas de Sebastián Bosch y de Alejandro Llácer (¡de locos!)
Conmigo -con nostros, los concejales socialistas- también emplean esa misma táctica.
Solicitaron por Registro de Entrada que se leyera en un pleno una carta dirigida a mí, cuya insolencia en su contenido debió aconsejar al alcalde en funciones en aquel momento que no lo permitiera.
Más tarde, presuntamente hicieron correr otro escrito entre los trabajadores para que con su firma, solicitaran al alcalde que anulara el tradicional brindis Navideño para evitar encontrarse con nosotros. (Esa presunta carta nunca fue Registrada en el Ayuntamiento, pero la felicitación no se celebró).
Meses después, editaron un panfleto -con dinero público y recursos municipales-, «El Contenedor de la Casa de Cultura» (un título francamente brillante), para reincidir en su auto-defensa (retórica victimista).
Hoy, en vísperas electorales, ellos, funcionarios y empleados públicos municipales, se deciden a entrar de lleno en campaña y se hacen servir de un artículo de opinión, con firma anónima.
*En ese texto, hay algunas perlas que no me resisto a destacar:
«La concejalía de Cultura y Juventud y sus trabajadores somos un grupo de gente comprometidos con nuestro trabajo[…] nosotros desde nuestra concejalía [ …] «. (Según eso, el concejal Llácer y todos los empleados en la Casa de Cultura suscriben el documento)
«Nos gusta ser gente humilde, sin protagonismos ni vanidades, solo trabajamos y cumplimos con nuestras obligaciones y las que estas conllevan, pero sobre todo somos honestos con nuestro trabajo y a quien representamos, que no es otro que el ajuntament de Rocafort y nuestro pueblo[…]» (Sin comentarios)
«[…]podríamos resaltar algunos aspectos de nosotros, como nuestro carácter heroico, leal, digno, de trabajo, esfuerzo o empeño,[…]» (Sin comentarios)
«[…]la Casa de Cultura siempre se ha caracterizado por no hacer círculos cerrados, sino líneas de trabajo y a veces no solo rectas o únicas, sino también diversas y paralelas, […] cuales cuerdas de piano o guitarra, que tocadas con maestría siempre han hecho buena música y magníficas interpretaciones […]» (Sin comentarios)
«[…]esto no es afán de protagonismo, no se equivoquen, sino es reivindicar y salir del silencio de muchos años de acoso y asedio hacia los trabajadores de esta Casa y su Encargada Mª Dolores Granell, un acoso por parte de los dirigentes del Partido Socialista de Rocafort,[…]» (Sin comentarios)
Hay más, pero por esta noche no es recomendable una dosis más alta.
(¿Quién es quién en toda esta fantochada?)
*Los textos que se reproducen son fieles al original; de tal modo que las faltas de ortografía y errores sintácticos, así como la redacción, corresponden al documento tal y como ha sido publicado en La Gaceta.
Si pincháis aquí, podréis acceder al texto íntegro:
31 mayo 2009 at 18:33
Me parece muy triste que algunos trabajadores de la casa de la incultura, en vez de dedicarse a trabajar, estén todo el dia con escritos para arriba y para abajo, contándonos como se ven ellos a sí mismos, «heróicos, leales, dignos,honestos». jajajajajajajajajajaj.
Lo que tendrían que hacer, es dedicarse a su trabajo y no a los escritos sin sentido, a los cafés eternos y a las comidas por restaurantes que paga la casa de la incultura con el dinero de todos.
Menos samba y más trabajar.
PD: soy morena, ojos verdes, 90.60.90 y tambien soy honesta, leal ,digna y heróica… además de ser como ellos, soy guapa, ala.