5 de junio de 2009, viernes

Que nadie te confunda: el domingo hay elecciones en Rocafort. En tu calle, en tu zona, en tu barrio, en tu pueblo. En el mío y en el tuyo. En el nuestro.

Hay elecciones porque hay que decidir el presente y el futuro a medio y largo plazo. Y tú tienes voz y voto.

Europa puede ser esto que estás viviendo aquí y ahora, o será la Europa a la que aspiras. Tú decides.

Eso es lo que hay, ni más ni menos.

O emites tu voto y hablas, o te quedas en casa convenciéndote de que esto no va contigo.

Si optas por creerte que el domingo no se decide nada, te equivocas.

Y si te montas la película de que ir a votar no vale la pena  porque todos los políticos son iguales, es que realmente te importa un bledo lo que pase en tu vida. También ése es tu derecho.

Están en juego dos maneras diferentes de administrar lo que tienes y lo que no tienes: contigo y sin ti. Y que nadie te engañe, porque sin ti no es posible entender el mundo. Tu mundo.

Si te vienes a votar, replicaremos juntos a quien se nos ponga por delante. Si te quedas, miraré atrás por si te encuentro y aún tengo tiempo de convencerte de que esto va en serio, y de que también va por ti.

El domingo esperaré a que llegues a tu colegio electoral, a que revises las papeletas por las que puedes optar, y a que te decidas a decidir.

Hoy todavía puedo hacerlo porque me quedan exactamente 30 minutos para pedirte el voto por el PSOE que es el partido del que formo parte…tic-tac-tic-tac…tic-tac-tic-tac…tac-tic-tac…podría colmar este «post» de razones para convencerte, pero ya he llenado un blog entero -éste- con lo que pienso y en lo que creo.

Tú eliges, pero hazlo.

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