31 de julio de 2009, viernes (madrugada)

Descansen en paz los dos miembros de la Guardia Civil que ayer murieron en un atentado repugnante.

Descansen en paz los que ya no viven la angustia de este desasosiego, porque pagaron con su vida su servicio a la Seguridad del Estado.

Descansen en paz los muertos que esta batalla atroz e injusta ha sembrado entre los vivos.

Descansen en paz los muertos que alzaron su palabra para alertar a quienes un escalofrío nos recorre cuando comprobamos que hoy seguimos  vivos.

Descansen en paz los muertos, y apuremos nuestros esfuerzos los vivos aunque solo sea por la dignidad de nuestros muertos.

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