17 de noviembre de 2009, martes
Me lo expliquen, please.
Me expliquen por qué el presidente del PP en la Comunidad Valenciana (Francisco Camps), es el que decide «desbloquear» o no la elección de una Senadora por las Cortes Valencianas, y se inmiscuye en el funcionamiento de la Cámara.
Me expliquen por qué el grupo parlamentario del PP, el mismo que ha estado defendiendo con uñas y dientes ese mismo «bloqueo» argumentando razones de procedimiento, ahora confirma que lo que han sostenido hasta hoy era una farsa.
Me expliquen cómo es posible que en 24 horas el portavoz del grupo parlamentario del PP (Rafael Blasco) afirme que hasta febrero de 2010 esa elección no será posible; y el presidente de su partido (Francisco Camps) diga lo contrario.
Me expliquen qué se ha creido González Pons (vicesecretario nacional de Comunicación del PP) que es esto de la vida pública, para que proteja las incontinencias verbales y gestuales del president de la Generalitat (Francisco Camps) aduciendo «que tiene puesta encima una lupa que ningún político soportaría»; como si las acciones que perpetra un político con responsabilidades de gobierno no debieran ser observadas a microscopio por los ciudadanos.
Me expliquen, por favor, si está previsto que alguno de todos ellos nos asombre todavía más con su desfachatez, y sea capaz de decir públicamente: «¡¡señoras y señores, que la culpa de que nos comportemos así la tienen las Leyes, las Normas y los Reglamentos, porque ninguno de todos esos papelotes regula los desórdenes individuales que nos aquejan a más de uno!!».
¡Por Dios, qué fauna!
17 noviembre 2009 at 22:31
Como bien sabes, ¡hay tantas explicaciones pendientes sobre los actos de «esa fauna»!
Mi resumen particular es que, por regla general, sus actos no se ajustan a derecho sino que obedecen a personalísimas razones de oportunidad y conveniencia, basadas en sus particulares intereses y con el agravante de confundir el poder (mayoría de votos o capacidad de firmar resoluciones, decretos, órdenes…) con la legalidad.
Poco antes de leer tu post estaba revisando la reciente historia de la orden dada por el alcalde a la Policía Local, de desenchufar la fotocopiadora, para impedir que obtuviera ciertos datos de la Cuenta General del Presupuesto de 2008.
A otra escala, es lo mismo: en una bochornosa nota, justifica su alcaldada en que hay un decreto «en el que queda muy claro lo que pueden y no pueden fotocopiar»
Pero, ¿se ajusta a derecho este decreto?
Pues, no. Y la prueba está en que, sobre lo mismo -relaciones de gastos-, unos días más tarde dicta otro decreto reonociendo el derecho a las copias.
Así entiende esa fauna el ejercicio del poder: pretender que los demás (sea para nombrar a una Senadora o para obtener unas fotocopias) hagamos efectivos, o no, nuestros derechos según su voluntad, no según las leyes.
17 noviembre 2009 at 22:50
Es impresentable que un acuerdo tácito que se ha venido conservando desde la transición sea violentado por el PP y que a la hora de nombrar a una senadora por designación autonómica, como la ley prevé, desde el partido popular se intente dilatar el nombramiento de una senadora por designación autonómica, simplemente para fastidiar al partido gobernante, es totalmente denigrante. Pero yo me pregunto es de recibo que existan senadores elegidos por designación autonómico, ya sean PP o del PSOE, fruto de un acuerdo realizado en la transición que hace que sean nombrados senadores cualquier persona presentada por los partidos mayoritarios. Esto es justo? Es justo que un sistema parlamentarios designe a senadores en aras a un cupo partidista de los dos mayores partidos del arco parlamentario, eso es la representación de los legítimos poseedores de la soberanía popular.
4 diciembre 2009 at 00:11
Lo que afirma ASP es impresentable, pero hemos de reconocer que ha sido una etapa superado, el nuevo portavoz es un profesional de los medio y dentro de lo que le dejan, ejerce de ello. es demencial la dilatación en el nombramiento de una senadora por designación autonómica (que no popular) pero ya que has aceptado esa fórmula, joder cúmplela. Lo realmente impresentable es que senadores sin oficio ni beneficio sean elegidos en aras a una cuota de poder de los dos grandes partidos, tan antidemocrático es una cosa como otra.