15 de marzo de 2010. Lunes

Ha pasado un pleno; extraordinario como otros muchos (demasiados ya).

Tres concejales no han asistido. De los tres, únicamente Pilar Núñez ha presentado por escrito la justificación de su ausencia: motivos laborales ineludibles. Los otros dos,  han sido excusados directamente por el alcalde.

Las convocatorias matinales de las sesiones plenarias dificultan un funcionamiento sensato del máximo órgano de gobierno municipal; pero ¿es que la sensatez preside habitualmente sus acciones?

Lo único que podría ser relevante son las ausencias reincidentes o las coincidentes.

Me pregunto por qué el alcalde se niega a que se lean en el pleno las que se justifican por escrito detallando las circunstancias que las motivan.

También me pregunto más cosas, pero hoy no quiero escucharlo.

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