5 de septiembre de 2010. Domingo

Esa fue la frase que el PP utilizó en su campaña electoral para las pasadas municipales: «¡Vamos a más»!  «Anem a més!». Y era cierto.  La escalada parece interminable.

El presupuesto de 2010 entró en vigor definitivamente a finales de agosto.  O sea, 15  días antes de que comience el plazo para que nos entreguen el borrador del presupuesto de 2011. ¡Toda una heroicidad!

Para que eso ocurra, es decir, para que nos entreguen su proyecto de presupuesto para el año que viene, antes habrá de acaecer una conjunción astral capaz de reunir en una mesa de trabajo a los miembros de nuestro gobierno municipal.  Pero mientras los astros discurren cómo obrar el milagro, una de las prebendas más llamativas que se han regalado nuestros siete gobernantes locales ya está vigente, y con carácter retroactivo desde el pasado 1 de enero.

Se trata de la percepción íntegra de su salario, incluso durante las bajas médicas.

Nadie deseamos que cualquiera de los concejales con responsabilidad de gobierno -incluido el alcalde-, hayan de apartarse de sus obligaciones por prescripción facultativa; porque todas las bajas médicas son situaciones dolientes para quien las sufre. Todas, excepto una: la feliz baja por maternidad. Y la concejala de Bienestar Social, Ana Llorens, podrá disfrutar de ese privilegio que el PP ha colado en el presupuesto de 2010, durante el periodo de baja que le corresponde por su próxima maternidad.

Hay empleados municipales que han sido intervenidos quirúrgicamente, o que aquejados por una enfermedad han tenido que guardar reposo en casa, y, pese a las recomendaciones médicas, se han visto obligados a reincorporarse a su trabajo, porque se les ha suprimido un 40% de su sueldo. Eso seguirá ocurriendo; en cambio, los concejales del equipo de gobierno, que también deberían considerarse a sí mismos «empleados» al servicio del municipio, han decidido asegurarse que eso a ellos no les pasará. 

Es inaudito cómo valora el dinero público nuestro gobierno municipal; inaudito por vergonzoso. Lo que he expuesto es solo un ejemplo; porque el presupuesto de 2010 contiene otras lindezas que provocan el estupor de quien las lee.

Y para desengrasar, una noticia que ha pasado inadvertida (comprensiblemente) entre los vecinos: Jesús F.Quiñonero es el nuevo concejal de Cultura desde el pasado mes de julio.

Pero eso, indudablemente, merece otro «post».

¡Feliz semana!

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