11 de octubre de 2010. Lunes

Llevo en Roma 24 horas, o eso creo.

Esta ciudad colosal, imponente, bellísima sin esforzarse, y sorprendentemente acogedora, no permite que el tiempo se resuma de un modo tan sencillo, porque 24 horas en Roma es el Panteón y Caravaggio, la iglesia de los Franceses y la de San Ignacio de Loyola; la plaza Navona y la de España. Campo di Fiore, la fontana de Trevi, y las Embajadas de España.

Roma es insensata y excesiva:  ¡única!

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