Sábado 7 de enero de 2012

Introduce el dvd en el reproductor de vídeo, selecciona. Play. Siéntate y espera…

Cuando empieces a removerte en tu sillón, no te muevas. Sigue ahí.

Cuando escuches a los más prestigiosos profesores de las escuelas de Negocios norteamericanas, economistas de las universidades de Harvard o Columbia y sientas el cosquilleo que provoca la intraquilidad ante el engaño, no te muevas. Sigue ahí.

Cuando compruebes que algunos de los más sesudos y reconocidos doctores en Economía, que estaban participando directamente en la crisis financiera mundial que reventó por los cuatro costados, afirman no saber la repercusión de la que estaban liando, no te muevas. Sigue ahí.

Cuando veas con tus propios ojos el sudor que recorre la cara de los protagonistas de toda esta infamia ante las incómodas preguntas que se niegan a responder, no te muevas. Sigue ahí.

Cuando acabe, piensa: en los Estados Unidos se pergeñó la peor crisis financiera (e inmobiliaria) que se recuerda. Estalló de manera irreversible en 2008 y su repercusión se ha expandido hasta hundir a miles de millones de personas de todo el mundo. Sus autores siguen libres. 

Ahora ya lo sabes: no es un alivio, lo sé. Pero las dudas sobre lo sucedido se disipan.

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