Domingo 29 de abril de 2012

Que nadie se engañe: «vertebrar» el municipio a través de un transporte municipal del que no hacen uso los vecinos para trasladarse de un lugar a otro de Rocafort, es un error. Error de cálculo y de planificación.

Los datos avalan que el movimiento interno no existe y que el transporte es utilizado en un 90% para transporte escolar (únicamente para el EPLA y Domus, ambos en Godella) sin que ese fuera el objeto del contrato.

Puestos a eso, los vecinos de Rocafort que hemos de soportar un déficit anual de más de 61.000€ (en 2011) para que el Rocabús preste ese servicio, deberíamos estar dispuestos a ofrecer también nuestro dinero común para que los numerosos estudiantes de otros colegios en municipios próximos (Sagrado Corazón, Institutos V. Andrés Estelles y Federica Montseny,  Liceo Francés, etc.) se beneficiaran. ¿Justo?

Recapacitemos.

«Vertebrar»  el municipio requiere facilitar la conexión interna de los vecinos: ciclo-vías, carriles bici, ampliación de aceras, calles de único sentido, seguridad… actividades festivas en zonas diversas para que podamos re-conocernos; una programación cultural estable que pueda convocarnos, vivamos donde vivamos, en los espacios públicos que compartimos…

El planteamiento del Rocabús, desde su origen, fue un error.  Lo dijimos, lo advertimos, lo rogamos, lo exigimos… En aquel momento, finales de 2007, hubiera podido estudiarse una implantación razonable y viable que abarcara y uniera los puntos de interés que los vecinos de Rocafort necesitábamos como usuarios que somos de los servicios que existen en municipios colindantes: Centro de Especialidades de Burjassot, campus universitario, estación de metro de Massarrojos, centro de Godella, etc. etc.

No hubo manera. Todo lo contrario, el gasto general anual se disparaba y los ingresos caían en picado. Sin embargo, más de 750.000€ «volaban» anualmente en contratos (ilegales) de Personal.

Con el tiempo, y a la vista del fiasco económico y de servicio, el objetivo del transporte municipal fue el transporte escolar mayoritariamente.

Sin embargo, el transporte escolar debe correr a cargo de los usuarios; fijémonos en los autobuses que trasladan a los alumnos desde Rocafort hasta el sagrado Corazón, el Liceo Francés o cualquier otro colegio y que costean las familias del alumnado.

Ahora, casi a mediados de 2012, las «ocurrencias» anteriores se pagan muy caras. El déficit del transporte municipal alcanzaría los 400.000€  al final del contrato.

Pero, además, pende sobre nosotros la orden dictada a través del Real Decreto-Ley de 24 de febrero, por el Gobierno de España, que nos ha obligado a elaborar un Plan de Ajuste que reduzca las competencias denominadas «impropias» que han asumido los ayuntamientos y que no están contemplados en el art. 26 de la Ley de Bases de Régimen Local según el número de habitantes de cada municipio.

Y el autobús es un servicio «impropio» de un ayuntamiento de menos de 20.000 habitantes. Como lo era el Centro de Día y que ahora el Gobierno de España también nos hubiera obligado a cerrar.

 

 

 

 

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