Navidad de 2015
Hay una Navidad que no está escrita porque nos duele pensarla.
Sin embargo, tarde o temprano nos alcanza y nos cubre con este tiempo vacío y laxo que transcurre entre un día y otro. No lloramos o sí lo hacemos a medida que vamos comprendiendo de qué se trata todo esto. Deambulamos o somos capaces de permanecer quietos, absortos fijando la mirada mientras aupamos hacia ella la tristeza enorme que nos supura.
«El ciclo vital tiene un límite» -asestó el médico para advertirnos. «Es ley de vida» -escucho repetidamente desde hace unos días.
De acuerdo: tocada y hundida. Es cierto. El ciclo vital se consume y los hijos sucedemos a nuestros padres. La absoluta orfandad es la consecuencia de lo uno y de lo otro. Es un estado que el ánimo no puede manejar porque es la evidencia incontestable, abrupta, quien lo determina. Un estado, una circunstancia permanente, que también me define a partir de ahora.
Pero nada de eso sirve para aliviar una soledad inmensa, helada como su frente, no consentida, no decidida, ni siquiera pactada entre la Razón y yo misma.
No sirve la naturalidad de lo que sucede, cuando lo que sucede rompe los amarres; cuando desaparece el puerto. Puerto de embarque, trasiego de viajes, voluntad de aventuras. Zarpar y saber que regresarás a puerto, al remanso de ternura, al abrigo de la desventura; a la alegría de la infancia, a la desconsolada adolescencia y a quien supo cómo mitigarla, a las miradas que hablan, a la portentosa sabiduría; asida al cordón que te anuda al espacio tibio y único en el que todo encuentra alivio…
Nada es igual, cuando llega la Navidad que no puede escribirse porque el dolor de pensarla lo impide.
Esta es mi Navidad de 2015. No os la deseo a nadie.
30 diciembre 2015 at 08:13
Ni esa es tu Navidad ni la de mucha gente.Gente inmersa en el tristísimo trance de estar en paro,sin casa, sin seres queridos.Nos bombardean con estas fiestas como tiempo de reencuentro, de ser mas buenos..
PERO es o son unas fiestas consumistas, que yo veo como la promoción del consumo y el sentido de fracaso en aquellos padres que no sin capaces de dar a sus hijos lo que parece que hay que dar en estas fiestas.El cariño esta muy bien pero les han metido tanto en la cabeza que hay regalos, que aquellos padres que no pueden se sienten frustrados.Esta fiesta cristiana no va conmigo.Por lo demás te entiendo, entiendo tu penar.
30 diciembre 2015 at 08:48
Mi mas cariñoso saludo, mi mas sincero afecto en estos momentos. Tu que nos alivias en nuestras «menudencias» y cotidianas tareas politicas, recibe ahora mi solidaridad y apoyo desde mi insignificante persona. Simplemente un abrazo tierno para ti. Estamos aqui.
30 diciembre 2015 at 08:59
Buenos días Amparo, acabo de leer tu enlace y en este momento no puedo más que decirte que cuentas con todo mi apoyo y afecto que no puedo expresarte personalmente y lo hago desde este blog. La ley de vida es así de triste y cruel como tu perfectamente la has definido. Un fuerte abrazo.
31 diciembre 2015 at 10:12
De poco sirven las palabras de ánimo, aunque reconfortan, este período por el que estás pasando requiere tiempo para asumirlo, reflexión, reencuentro con un@ mism@, pero no olvido.
Nadie nos libra, y ¿por qué habría de hacerlo?, de nuestros sentimientos y pensamientos.
Te deseo lo mejor y, ante todo: ¡adelante!
Un fuerte abrazo: José.
1 enero 2016 at 10:24
Curriculum
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
(Mario Benedetti, que tanto nos gusta, con un Bueso fuerte para toda la familia)
9 enero 2016 at 02:37
Que hermoso, aunque también triste, tu escrito! Amparo, no hay nada como perder a un ser tan querido. Una madre como la tuya o la mía, valen un potosí y espero poco a poco vayas pudiendo afrontar la gran perdida de tu madre. Por cierto, bellísima tu madre en sus dos etapas. Yo que vivo muchos años en la distancia de mis seres queridos, he aprendido a sentirlos cerca, aunque no estén fisicamente junto a mi. A respirar y sentir la esencia, la energía de ese ser tan querido que no está presente. Y aunque no es como la muerte, ni mucho menos, es una sensación extraña. Al quererlos tanto, los llevas siempre contigo estés donde estés. Pues esto tan difícil, lo fui aprendiendo desde 1999, cuando deje España. Siempre digo que al que quieres con toda tu alma, lo llevas contigo. Segura estoy, de que tu llevas a tu madre cada segundo de tus días.
Te envío fuerza y abrazo para seguir con la energía tan positiva que siempre radias.
Ampo