Martes 14 de junio de 2016

 

Campaña, Día 1.

Por lo visto, los «gurús» de las redes sociales tienen tan identificados a los indecisos que son capaces de llamar a la puerta de cualquiera de ellos para pedirles un «selfie» y entregarles un diagnóstico de su caso concreto.

Algunos periodistas (?), los que defienden su profesionalidad (?) con «uñas y dientes» para posicionarse en favor o en contra de una opción política, siguen indignándose con extrema facilidad cuando el contrario incumple el código deontológico que ellos mismos destrozan con vergonzosa normalidad.

Es curioso observar el comportamiento de grandes grupos de Comunicación, capaces de servir a una cosa y a su contraria. El ejemplo de ATRESMEDIA con LaSexta y Antena-3, y editora también del diario La Razón, ilustra esa esquizofrenia. Cada día que pasa, el parecido entre dos de sus estrellas más fulgurantes, los periodistas (?) Ferreras y Marhuenda, es mayor.

Contemplamos la realidad que comenzaron a dibujar con trazado grueso organizaciones políticas tan diferentes como el PP y Podemos, inmediatamente después de las elecciones del pasado 2o de diciembre.

De la mano de ambas, recorremos el camino que alumbra la asombrosa metamorfosis que ha experimentando la segunda:  desde su corrosiva apuesta «antisistema» (hasta hace poco más de un año), pasando por la «transversalidad» de sus propuestas ideológicas y la negación histérica de la existencia de la «derecha» y de la «izquierda» (hasta hace apenas seis meses), para llegar a su autoproclamación como depositaria de las esencias de la socialdemocracia, hace unos días, una vez engullidos y silenciados los restos de IU.

Ahora sabemos que, en realidad, no es que el bipartidismo sea una maldición bíblica producto de «la casta»  -como ha machacado incansablemente Podemos desde mediados de 2014 hasta hace apenas unos días- sino que el bipartidismo es bueno y conveniente, si son ellos quienes lo co-protagonizan con el PP.

Mientras eso ocurre, Mariano Rajoy, que es un virtuoso fumador de puros, disfruta de la liturgia con la que celebra seguir siendo el líder menos valorado (como siempre) y el aumento de su perspectiva de voto (también como siempre)

 

Anoche hubo Debate a 4 y anoche fue cuando realmente empezó esta campaña electoral.

 

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