Lunes 6 de febrero de 2017.

Cuando los clásicos -los clásicos malos- irrumpen en escena, mal presagio. Abel Caballero ha actuado como cualquiera de los peores.

Su convocatoria pública para agasajar a Susana Díaz valiéndose del cargo institucional que ocupa (presidente de la FEMP), es innecesaria, inoportuna e inconveniente.

 

Resultat d'imatges de abel caballero texto convocatoria alcaldes febrero 2017

Ex-ministro, ex-secretario de política municipal federal del PSOE, ex-presidente del PSdG y actual alcalde de Vigo, Caballero se ha dejado llevar por esa vieja creencia de la que participan muchos otros que consiste en creerse y comportarse como depositarios únicos de las esencias del PSOE.

Convocar a los alcaldes y alcaldesas socialistas de toda España aprovechando su cargo institucional, y anunciar la presencia de la presidenta de la Junta de Andalucía (cuando en realidad acudirá como probable candidata a las primarias), pone en jaque una manera de entender la política que insiste seriamente en distinguir entre lo orgánico y lo institucional. Sin trampas. Y una manera de hacerla que aboga por la complicidad con la base militante y el electorado. Sin trampas.

Lo de Caballero es un error. Un error tremendo que los clásicos malos cometen con frecuencia: la arrogancia y la displicencia hacia quienes no somos como ellos.

 

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