Estado de alarma. Día 72 (fase 1_octavo día)
Cualquiera somos «Sánchez», Pablo. Y tú lo eres, ¡hazte el ánimo!
En mi primer día de terraza, un «Sánchez» disfrutaba del aperitivo en la mesa de al lado. Los críos parloteaban y la pequeña repetía su nombre completo. Por eso lo sé. Lo del apellido, digo.
Me acordé de ti, Pablo. Imaginé que el «Sánchez» que estaba tomándose una cerveza a dos metros de mi mesa, eleva un respingo cada vez que te oye pronunciar su apellido con un desprecio insultante. Y eso me llevó a pensar que la insolencia que te distingue es la que te nombra.
«¡Que no eres tú, que es el presidente!», deben haber escuchado mil veces los «Sánchez» de nuestras vidas.
En un país como el nuestro, huérfano de cultura política, el uso perverso del lenguaje pasa desapercibido y el desprecio institucional es la regla general. Tú eso lo sabes, Casado, y te pusiste manos a la obra para extender aún más la desconsideración y el menosprecio hacia las instituciones y a las personas que las representan. Embarrar el terreno institucional y con ello desprestigiar al propio Estado, nunca te ha importado demasiado. Es cierto.

Muestras tu desdén y dices «Sánchez», con la misma arrogancia con la que exiges banderas ondeando a media asta para envolverte en ellas y crespones negros enormes que escondan tu resentimiento. Porque de eso se trata, Pablo, de que necesitas olvidar que él es el presidente del Gobierno y que tú no lo eres.
«Sánchez» podemos ser cualquiera, pero cualquiera no es el presidente del Gobierno. Y tú eres «Sánchez», Casado, como mi vecino de mesa, aunque te pongas a «pasar revista» al personal sanitario y que ese comportamiento tuyo ridiculice aún más tus rabietas; y aunque ocupes un puesto en la presidencia de un acto oficial, mal diseñado a propósito y vergonzosamente resuelto, para hacerte un hueco en él.
Que no, que no eres el presidente del Gobierno. Que tú eres «Sánchez«, Casado, como podemos ser cualquiera.
15 junio 2020 at 22:36
Buenas noches Amparo. Gracias por estar ahí siempre.
Una pregunta.
En el blog hablas de que las comisiones sirven para que el equipo de gobierno INFORME sobre sus planes y sus proyectos que deben ser sometidos al pleno, y puedan ser debatidos, ampliados y mejorados con la participación de los concejales de la oposición.
Bien, cómo saber qué asuntos de los tratados en comisión, deben ser sometidos al pleno.
¿Existe regulación?
Es decir, se celebra una comisión y esos puntos que se votan y/o consensuar si no se elevan a pleno son papel mojado?
Muchas gracias!!
17 junio 2020 at 19:03
Hola.
En un ayuntamiento hay tres órganos de gobierno: la alcaldía, la junta de gobierno local y el pleno. Cada uno de esos órganos tienen competencias; unas son exclusivas (salvo en el caso de la junta de gobierno local, que se nutre de las que le delega la alcaldía y el pleno) y otras son delegables.
Los asuntos que tienen que ver con las competencias del pleno, ya sean delegadas por la alcaldía o exclusivas del pleno, han de pasar previamente y NECESARIAMENTE por el dictamen de una comisión.
Puedes encontrar todo esto mucho más detallado en la ley de bases de régimen local. Búscala en http://www.noticias.juridicas.com
Encantada de volverte a ver por aquí.
17 junio 2020 at 21:22
Muchísimas gracias Amparo. Gracias.
En definitiva, si nos citan a una comisión y se acuerda algo por unanimidad, lógicamente debería pasar por Pleno porque entiendo que de no hacerlo, lo acordado allí es “papel mojado”, no ha adquirido la oportuna legitimidad.
30 junio 2020 at 19:47
Disculpa que haya tardado en responderte, Ana María.
Mucho ojo con una cosa: las propuestas de acuerdo que han de pasar por el pleno preceptivamente, han de ser dictaminadas en comisión previamente.
Y eso no quiere decir que una propuesta que no deba pasar por el pleno preceptivamente (legalmente), aunque se haya acordado en comisión puede llevarse adelante. Depende y mucho de lo que decida la alcaldía.
Un abrazo.