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Blog de Amparo Sampedro Alemany

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Sí, la discomóvil de la Noche de Carnaval es un desmadre innecesario

Viernes 28 de agosto de 2015

Sí, la Noche de Carnaval es un desmadre abusivo e innecesario.

Hay datos que deberían hacernos reflexionar a todos.

Anoche, el despliegue fue de más de 75 efectivos entre Policía Local, Guardia Civil, USECI (Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil), Protección Civil y personal Sanitario. Tres ambulancias, el Centro ambulatorio de Rocafort abierto y el Centro de Salud de Godella, reforzado.

La recaudación de la barra de esa noche no puede justificar que las calles se conviertan en vertederos. Fiar la capacidad económica para sacar adelante una fiesta al consumo de alcohol desbocado, es un error tremendo que pagamos todos. Y lo pagamos con dinero público y con nuestra propia vergüenza.

Como alcaldesa, es el quinto año que paso en vela junto a la Policía Local, la Guardia Civil y los voluntarios de Protección Civil. Lo hago porque hay que estar allí para ver qué es lo que realmente pasa, por qué pasa y cómo responden los servicios de seguridad y el sanitario. 

Puedo asegurar que trabajan con prudencia y con una profesionalidad exquisitas. Conocen mejor que nadie cuándo han de actuar y de qué modo: tranquilizando a los exaltados, restando importancia a lo que de verdad no la tiene, aconsejando a los que van pasados, animando a los que no se sostienen e interviniendo cuando han de hacerlo para garantizar la seguridad de todos.

Todos los años, desde 2011, introducimos mejoras en la seguridad y ampliamos ese dispositivo y el sanitario. Desde 2012, solo se permite celebrar un solo discomóvil y no hasta 5 como sucedía antes. 

 Sin embargo, por muchas medidas que adoptemos el final es desolador.  A pesar de los controles de acceso a Rocafort, a pesar de que no se permite ni el tránsito ni el aparcamiento de vehículos en las calles adyacentes a la plaza, a pesar de situar zonas de aparcamiento en el polígono de Godella y en el Bovalar. A pesar de todo.

Ni triplicando los efectivos (con el aumento de gasto que supondría) se puede garantizar que una marabunta invada calles, plazas, Polideportivo, parques, paseo de la acequia, portales,… Anoche, más de 6.000 personas lo hicieron.

Es vergonzoso que haya menores que a las 3 de la mañana -y hablo de niños y niñas de 13 y 14 años-, estén bebiéndose todo lo que encuentran y que sus padres desconozcan dónde están.

Es vergonzoso que los comas etílicos de anoche los sufrieran niños y niñas en edades comprendidas entre los 12 y los 19 años.

Es vergonzoso que el Carnaval de Rocafort se haya convertido en un reclamo para que aquí se pueda hacer lo que a uno le venga en gana, cuando le venga en gana y donde le venga en gana.

Es vergonzoso que la fiesta -la que sea- se nutra económicamente a costa de este despropósito y del vandalismo que acarrea.

Es cierto que hay muchos menos incidentes que antes, es cierto que quienes están en el centro de la plaza disfrutando no tienen nada que ver con lo que ocurre por los alrededores y es cierto que todo está limpio a las 8 de la mañana.

Es cierto también que la de anoche fue la discomóvil más tranquila que se recuerda. Ni una sola intervención fue necesaria, ninguna pelea, ninguna bronca.

Pero no es suficiente.

Hay que cambiar el formato y me consta que algunos miembros de la Cofradía de santa Bárbara están totalmente de acuerdo y muchos jóvenes de Rocafort, también. 

El problema no es que la música que se pinchó anoche fuera dance del duro, que no sonara pachangueo veraniego o que no escucháramos a Enrique Iglesias y a Pitbull.

No, el problema no es la música. El problema es la fama que arrastra esa Noche desde hace demasiados años. Se sabe desde siempre que en Rocafort la Noche de Carnaval para demasiados la música es lo de menos, pero que todo es posible porque las calles son urinarios públicos, escenarios para las broncas y los gritos, para el botellón, para las borracheras, los vómitos… Quienes actúan así, ni siquiera se acercan a la plaza a disfrutar de la música.

Y no. Porque esa Noche es nuestra, es de Rocafort, y queremos compartirla con más gente pero a nuestra manera.

La verbena de Nicolás Alonso, en apenas 5 años, se ha convertido en la más divertida, la más concurrida y la más esperada por todos. Hay música y también hay alcohol. Ni un solo incidente, ni peleas, ni comas etílicos, ni la calle convertida en un vertedero…

Hemos de convencernos de que no se trata del interés de unos pocos, sino del interés general de todos.

Esto vamos a arreglarlo juntos. Tenemos un año para hacerlo y mucho más tiempo para mejorarlo.

Qualsevol nit pot surtir el sol… i la de hui s’ho mereix!

Dimarts 23 de juny de 2015

 

El creixent de la lluna ens marca enguany la nit de sant Joan.

No és estiu fins que la Nit de sant Joan no s’estova sobre nosaltres, ens la mirem de cara i ens deixem acompanyar durant el ball dels sentits i dels sentiments.

Ha arribat i és nostre perquè hem de viure’l i hem de gaudir-ne. Ací el tenim i ací estem. És l’estiu, amics i amigues, és l’estiu que ja besa la terra cavalcant sobre les puntetes blanques de les ones de la mar.

Sigueu feliços, sigam feliços i somniem amb els ulls ben oberts!

 

Feliç nit!

 

 

 

Así es, si así os parece…

Sábado 20 de junio de 2015

 

A partir de mañana, dejaré de escribir en verde las fechas. Vencida desde hace días a pesar de que el calendario aún no lo ordena, esta primavera ya caduca. 

Las jornadas de luz rebasan con delicadeza el límite de lo que creíamos noche, como trabajan las olas cuando estiran sus lenguas para zamparse la arena a lametazos y avanzar sobre lo que creíamos firme.

Se nos olvidó el verano, por eso la primavera se esfuerza en traérnoslo poco a poco: para que no nos reviente el cuerpo ni tanta luz se estrelle contra nosotros mismos.

Mañana es verano en plena siesta de domingo, amodorrados bebiéndonos la brisa y el lunes mordiéndonos la sábana.

Así que, cuando regrese a este blog…

… la fecha la escribiré en rojo; rojo de verano, de sol que arde, de fuego de hogueras paganas, de nubes relajadas tras el viento de poniente; rojo de piel que humea, de brindis y de besos de verano, de niños acalorados y de jóvenes sedientos; rojo precioso, de abuelos con sus nietos y del veraneo de nuestra infancia.

Ese rojo con el que fantaseamos y nos pone alerta todavía. Afortunadamente.

En rojo sí, húmedo, brillante, apasionado, el que se estampa en la tierra y la recorre; el que se encarama a nuestros sentidos y los escala hasta conquistarlos, mientras nosotros permitimos que nos encienda el ánimo por todo lo que hemos aprendido durante tantos veranos vividos.

 

 

 

 

 

¿Alcaldes por elección directa?, ¡anda ya!

Lunes 15 de septiembre de 2014

 

(Escribí este artículo de opinión la noche del miércoles 10 de septiembre. El «Periódico de Aquí» lo publicó en su edición del viernes 12 de septiembre. Un día antes, el jueves, fuentes de la presidencia del Gobierno de Mariano Rajoy anunciaban que la reforma electoral que venían proponiendo desde el mes de Julio quedaba fuera de la «agenda» para la negociación parlamentaria de medidas de regeneración democrática. Sin embargo, ni el Gobierno ni el partido que lo sustenta, el PP, han renunciado públicamente todavía a su intención inicial )

 

 

 

EL HÍGADO Y OTRAS VÍSCERAS

(¿Alcaldes por elección directa?, ¡anda ya!)

 

El hígado es un órgano sentimental, tanto como el estómago o el mismísimo corazón. Citamos a uno u otro para explicar brevemente qué sentimos ante lo que detestamos, lo que nos angustia y lo que nos duele.

Así andamos, tocados de las vísceras.

Una mayoría importante de políticos y de gobernantes toman decisiones con sus vísceras que es la mejor manera de atacar a las nuestras para ponernos (enfermos) del hígado, que se nos revuelva el estómago o para que se nos parta el corazón.

Llevamos dos meses escuchándoles un nuevo malabarismo visceral: “Los alcaldes, por elección directa”  

No sé qué víscera promueve la mentira y la demagogia, pero ese tipo de políticos la tienen y muy desarrollada.

Muchísimos estaríamos de acuerdo en que los alcaldes fueran elegidos directamente por los vecinos, ¡claro que sí!, pero a través de listas electorales abiertas.

Esos políticos que dicen hablar con el corazón, mienten. Realmente lo hacen desde el estómago (¡ya me entienden!) y desde esa víscera irreconocible para la mayoría de los demócratas que alienta también la demagogia.

Esa presunta medida de “regeneración democrática” –que acabará convirtiéndose en otro “traje a medida”, si dejamos a solas al sastre y a quien lo compra con el dinero de todos- pretende únicamente que la lista más votada (con un 40%) se convierta automáticamente en el 51% de los miembros de una Corporación municipal. Y al 60% restante, que le den.

Ni la evidencia matemática de ese resultado, ni la lógica de la Razón (que no reside en ninguna víscera), sostienen una propuesta que solo aspira a alimentar el apetito descomunal de quienes detentan el poder en su propio beneficio.

Que no se engañe nadie, la lista más votada no significa la elección directa del alcalde porque seguiremos votando candidaturas cerradas. Y, en cualquier caso, los electores que confíen en otras listas que, sumadas entre sí, alcancen una mayoría sólida para gobernar con seriedad, con valores comunes y actitudes conciliadoras, habrán demostrado que suma más lo que une que lo que separa.

Si estamos dispuestos a abrir un debate inteligente sobre una necesaria reforma de la ley Electoral, hagámoslo.

La mayoría de los ciudadanos aplaudiríamos con ganas esa modificación para reforzar el compromiso político real de la ciudadanía con sus representados, ¡claro que sí!, pero tras un debate serio, responsable y conciliador. Sin un horizonte próximo -mayo de 2015- que debilite enormemente su importancia política y lo convierta en una detestable urgencia electoralista y partidista, como está sucediendo ahora.

Así que, mientras siga habiendo tantos políticos tramposos en escena, me seguirá poniendo del hígado tanta mentira, me seguirá revolviendo el estómago tanta sinvergonzonería y me seguirá partiendo el corazón escucharles justificar su desmedido descaro “por el bien de España”

¿Alcaldes por elección directa? ¡anda ya!

(“¡Joder, qué tropa!”)

Y así lo mantengo.

Lunes viejo

Lunes 8 de septiembre de 2014

 

Hoy es un lunes viejo, porque la pena envejece.

A Paco «el Ventilla» lo meció la muerte un domingo de mediados de agosto.

Sucedió como suceden las cosas que nos superan. Sin razón, para que nos volvamos locos buscando el motivo; sin tiempo, para no disponer ni siquiera de unos minutos robados a la esperanza; con brutalidad, para que quienes nos acompañan sufran aún más y con desdén, porque la vida es apenas lo que tenemos a mano y es la muerte la que la explica.

Desde aquel domingo 17 de agosto, a Paco la muerte lo mantenía abrazado a la vida en ese baile doloroso que a los vivos nos destruye por dentro y por fuera. Ese baile angustioso al que asistimos con el alma rota mientras nuestra cabeza ruega una y cien veces que pare esa música abominable.

El pasado jueves, la muerte dejó de jugar con él y su vida se soltó de aquel abrazo amargo. Cesó el baile de la agonía y comenzaba un fin de semana tristísimo porque la muerte arrasa con todo.

Paco, un andaluz de Córdoba (de la Ventilla), era un poeta. Un día me mostró su cuaderno de poesías y me pidió que las leyera. Hablando sobre algunas de ellas dedicadas a Pili, su mujer, y a la maternidad, se le saltaban las lágrimas.

Lo echo de menos desde que supe aquel primer lunes viejo, el 18 de agosto, que la muerte lo rondaba para sacarlo a su maldita pista de baile.

Él hubiera preferido que sonara esta música, la que le ponía la piel de gallina y le conmovía. La que sentía en el alma mientras marcaba el paso con orgullo portando el estandarte de la Agrupación Musical de Rocafort.

 

 

 

Cada vez que suene, el guiño que compartíamos al escucharla seguirá existiendo, Paco.

Para siempre, ¡va por ti!

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