27 de junio de 2010. Domingo

Un domingo es solo la circunstancia inevitable que nombra el lunes.

En algún sitio he leído que contra las circunstancias no hay nada que hacer; sin embargo, sí es posible escoger el modo para afrontarlas.

Hoy domingo comeré con un grupo de amigos, me rendiré al sol y al agua, me zamparé un buen plato de paella cocinada a leña, dormiré una siesta laaaaaarga, leeré los dominicales, arreglaré mi mesa, prepararé un gazpacho frío para la noche, y entraré en la cama despacito para que el lunes no despierte hasta que amanezca.

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