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Blog de Amparo Sampedro Alemany

ESCRIBIR PARA PENSAR

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2007

¿No abrir la piscina municipal?… ¡eso quisieran! (algunos)

Lunes 4 de junio de 2012

Esto es increíble:  hablo con vecinos que me trasladan las dudas que están sembrándose y no doy crédito.

La osadía de algunas personas, con conocimiento de causa, no tiene límite porque difundir el rumor de que este año el ayuntamiento no abrirá la piscina porque no hay dinero para mantenerla…  es una auténtica barbaridad.

Aciertan en su atrevimiento, sin embargo, en señalar que han dejado las arcas municipales bajo mínimos. Aciertan también en avanzar que si en sus manos está, procurarán evitar que la piscina se abra. ¿Por qué?… realmente no sé la razón pero adivino la sinrazón que podría alimentar esa irresponsabilidad.

Difaman, luego existen.

La piscina municipal abrirá sus puertas el 16 de junio y los pases se tramitarán a partir de la aprobación definitiva de las nuevas tasas.

Quienes se afanan en confundir a los vecinos no tienen los pies en el suelo; porque si los tuvieran se apresurarían a explicar los motivos (el Plan de Ajuste ordenado por el Gobierno de España) que nos han obligado a tomar medidas para frenar el déficit que acumulan determinados servicios públicos.

Todo hubiera sido mucho  más fácil si el sentido común, la planificación y la responsabilidad hubieran presidido los objetivos de gobiernos municipales anteriores… no ha sido el caso. Pero ya no hay nada que hacer, salvo poner remedio y en eso estamos. Podemos hacerlo.

 

El cuento de una mentira

Érase una vez una mentira enorme que sostenía a duras penas sus consecuencias, aunque ni siquiera pudiera sospecharlo.

Engordada con los años,  la mentira rodaba de boca en boca en la vida de las personas que la soportaban.

Llovía sol en la víspera de Navidad, y la mentira hurgó en su armario para vestir de gala un día en que la iban a festejar. La mentira, agasajada, presidió su fiesta. En un principio remolona ante los requiebros de sus autores -como marcan los cánones de las mentiras bien construidas- acabó entregándose feliz en los brazos de quienes la inventaron.

Entre las alharacas de sus súbditos, la mentira jugueteaba con razones y silencios, y se escurría con agilidad por si alguien la rozaba. Por el inusitado ajetreo, la mentira, que ya era vieja y gordísima, rompió costuras en un mal paso, y allí mismo, sobre el escenario, se apresuraron a recomponerla sus esbirros. La mentira, quejosa y descompuesta, no soportó la vergüenza y decidió abandonar su fiesta.

Andan ahora en su compostura, pero la mentira ya no es la misma. Ha sentido el miedo.

Érase, entonces, el principio del final de esa mentira.

Carlos Llamas

Jueves 4 de octubre de 2007.

Rode NT1-A

 Ya para siempre se me van a quedar las noches mudas de su voz caliente.

Carlos Llamas ha muerto de buena mañana para entregarle la noticia fresca a Francino; un bucle hermoso que enreda la muerte con la vida. Puro periodismo.

Lo conocí personalmente hace tres años. Durante un viaje familiar a Madrid, Enric y yo estuvimos en los estudios de la SER (Enric, periodista de esa emisora hace ya muchos años, quería saludar a Luis del Val con quien mantiene una vieja amistad desde entonces).

Pregunté si sería posible asistir en directo a la emisión de alguno de los «grandes», y esa misma tarde la productora de «Hora 25», Toñi, nos llamó para invitarnos.

Carlos Llamas nos sentó a la mesa de su estudio con la misma naturalidad con la que trataba a cualquier invitado de postín para entrevistarlo. Le gustaba compartir sus dos horas de radio con personas de la calle que nada tenían que ver con los «grandes», porque para él la radio, el periodismo y la noticia eran cosas de la gente.

Me mantuve inmóvil de emoción, bebiéndome en directo la agilidad de su discurso, su brava ironía y los gestos que decían más que las palabras. Se dejaba caer en una de las esquinas de una mesa amplia y desde allí dirigía el concierto de intervenciones que llovían por cada uno de los micrófonos. A todas esas voces él las enzarzaba en discusiones y análisis y las dejaba ir… un minuto, dos, tres, y con una maestría admirable desacía los lazos en los que se embrollaban, y recogía el hilo finísimo para convertirlo en conversación, en reflexión,  en queja o en homenaje. Y volvía a empezar.

En las pausas para la publicidad, charló amigablemente con nosotros sobre algunos asuntos de actualidad («el caso Fabra» en aquellos días estaba en plena ebullición), y me asombró que no lo hiciera como un periodista al uso, sino como un ciudadano dispuesto a dar su opinión y a compartir la de los demás con la humildad de quien sólo quiere comprender.  Lo sentí próximo y convencido de su responsabilidad como informador. Se enfadaba con los titulares, y vapuleaba sus contenidos hasta vaciarlos de información: él quería la noticia.

Carlos Llamas era una voz densa que me ofrecía diseccionada la realidad sucedida en el día para que yo hiciera el esfuerzo de interpretarla.

Escuchar a Llamas era el último ejercicio diario para comprender un poco más hasta dónde habíamos sido capaces de llegar.

La voz que me dibujaba los paréntesis para reflexionar entrada la noche, ha callado.

 

(¡Jodida muerte!)

Calma chicha

Jueves 21 de junio de 2007

Nos advierten de que el verano llegará esta misma tarde.

Lo que no llegará hoy tampoco es ninguna respuesta a nuestros escritos solicitando información.

Paso de la sorpresa a la inquietud, y pregunto a mis compañeros de grupo si realmente somos concejales y formamos parte del Ayuntamiento de Rocafort. No hay duda: sí, lo somos. Y nos acompañan 1.310 votantes que merecen un trato respetuoso.

Sin noticias

Miércoles 20 de junio de 2007

La semana avanza. «Sin noticias de Grub» *, pienso.

Me sorprende tanto silencio «institucional». El gobierno municipal de mi pueblo no respira. Nadie dice nada. Compruebo si mi teléfono funciona; sí, funciona.

Solicitamos por escrito información sobre las licencias urbanísticas concedidas en la calle Francisco Carbonell números 14, 16 y 18.

Me informo sobre la reserva de las pistas del polideportivo. Son más de las 14,30h. y la de pádel está ocupada. Un par de trabajadores municipales se emplean a fondo en sudar sus camisetas. Eso está bien.

En la oficina de Deportes leo una curiosa circular fechada el 9 de abril de este año, firmada por el concejal Aliaga, en la que se nos concede a todos los vecinos de Rocafort la «gracia» de poder reservarnos una pista de por vida. [La fecha de la circular casi coincide con una entrada en el blog Rocafort2007 que denunciaba precisamente la arbitrariedad en la concesión de las reservas]

Me llega a casa un Saluda para participar como jurado en el concurso de carteles para las fiestas. Releo una y otra vez el escrito, y efectivamente está dirigido a mí como portavoz del grupo municipal socialista (¡existimos!)

*Sin noticias de Grub (novela, autor: Eduardo Mendoza)

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