Domingo 13 de noviembre de 2011
Hace más de 3 años, a través de este blog, un vecino de Orcera (Jaén) contactó conmigo para agradecerme la explicación que ofrecí para que todos pudiéramos entender qué es un presupuesto municipal. Se llamaba Jesús y a partir de entonces, se convirtió en un seguidor habitual.
El pequeño milagro de la redes sociales hace posible conexiones como aquella.
Tiempo después, la casualidad hizo coincidir el viaje de una amiga a la sierra de Segura y que la amiga con la que viajara tuviera que visitar a los familiares de alguien en aquel pequeño pueblo.
En aquella casa, tras la presentaciones de rigor, mi amiga dijo que era de Valencia y que vivía en Rocafort. El dueño de la casa, que resultó ser Jesús (aquel vecino de Orcera que contactó conmigo en 2008), exclamó sorprendido: ¡Yo sigo el blog de Amparo Sampedro!
(Así ocurren los pequeños milagros en la red. De hecho, Jesús viajó a Valencia en el verano de 2010 y se acercó hasta Rocafort una tarde de sábado del mes de junio para conocernos personalmente. Apenas tuve tiempo para reponerme de la sorpresa y agradecerle con todo mi cariño su gesto porque esa misma tarde yo celebraba una boda en La Albufera)
El pasado viernes, cuando regresé a casa a las 8 después de haberle dedicado al ayuntamiento toda la tarde saltó en mi facebook una conversación privada:
– Buenas tardes, escribió Sergio Rodríguez Tauste.
– ¡Hola!, respondí mientras atendía diversos correos.
Entonces Sergio me habló de mi blog y de su desesperación. Él era otra de las personas que han seguido este cuaderno de bitácora durante los últimos años, y desde el 11 de junio es el alcalde socialista de Orcera.
Orcera: 2.100 habitantes aproximadamente. Antes del 11 de junio, un gobierno sorprendente presidido por el PP y apoyado por IU.
Durante esos 4 años en el ayuntamiento de Orcera había 3 concejales liberados. En ese mismo periodo no ha habido contabilidad alguna en el consistorio, por lo tanto aún no está valorada completamente la deuda que arrastran.
Se sabe que se adeudan nóminas a trabajadores, que Telefónica ha cortado las líneas de las dependencias municipales, que entre 2007-2011 se pidieron préstamos sobre la base de liquidaciones presupuestarias falsas, que quizá habrán de devolverse algunas de las subvenciones recibidas porque nunca se ejecutaron los proyectos…
Sergio Rodríguez tiene 30 años y una formación académica que apabulla. Ahora solo puede dedicarse al ayuntamiento y quizá este mes pueda cobrar su primera nómina (1.300€)
El pasado viernes, Sergio cerró su jornada laboral de 12 horas pasadas las 8 de la tarde. Hasta ese momento seguía en el ayuntamiento elaborando la contabilidad. Mientras, probablemente, el ex-alcalde de su pueblo paseaba su perro con la tranquilidad incomprensible de la que disfrutan los culpables que saben que jamás habrán de pagar por su irresponsabilidad.
Sergio y yo charlamos un rato: lo imaginé en su despacho entre papeles, expedientes ruinosos, y la contumacia de los números, los datos y la evidencia.
Sé de lo que hablo.
Hubiera querido darle un abrazo. Hubiera querido tenerle frente a mí para decirle que le entiendo y que sé que la tarea ingente a la que nos estamos enfrentando vale la pena que nos consume en los momentos más duros. Una pena que nos parte el alma por lo que vemos, por lo que ahora sabemos y por nuestros vecinos. Una pena que es ese bocado ardiente que sentimos en el pecho y que apenas nos permite conciliar el sueño.
Yo quiero que Sergio sepa que no está solo en el maremagnum de su mesa y en sus cavilaciones para encontrar soluciones que alivien una situación descabellada.
Todo lo que ha ocurrido en Orcera y en Rocafort es injusto, profundamente injusto.
Porque es injusta la legislación al no contemplar el castigo contra quienes despilfarran (ni siquiera existe ese concepto en el marco jurídico).
Porque quienes arruinan las instituciones no obtienen el castigo que merecen: el desprecio de los ciudadanos y la obligación de pagar de su bolsillo los desmanes que cometen.
Porque quienes actúan de forma irresponsable saltándose a la torera los mínimos exigibles por el sentido común para la administración de lo que es público, pueden mantener -y mantienen- inexplicables condiciones que blindan su pasado, su presente y quién sabe si futuro.
Y porque es injusto, en el sentido más profundo del término, el engaño al que han sido sometido los vecinos.
El ex-alcalde de Orcera y su ex-concejal de Hacienda siguen formando parte de la Corporación mientras Sergio Rodríguez lucha contra la situación infernal que crearon.
Y yo pienso, Rocafort y Orcera… Tan lejos, pero tan cerca.
14 noviembre 2011 at 21:57
Hoy lunes 14 de noviembre, a pesar del momento complejo que atravesamos los socialistas en este proceso electoral, después de leer tú entrada (Como todos los días) Rocafort y Orcera: tan lejos pero tan cerca, me siento confortablemente feliz y afortunado de pertenecer al Partido Socialista Obrero Español, al comprobar que con compañeros como vosotros: Amparo Sampedro y Sergio Rodríguez, entre otros muchos que a lo largo de la historia, han llenado de sentido la frase de D. Antonio: “Esta sociedad debe volver a poner valor a las cosas, que no precio; ya saben que es de necios confundir valor con precio, como bien dijo el maestro Antonio Machado”. Por consiguiente, no me cabe ninguna duda de mi pertenencia y militancia.
Vosotros ambos, no tenéis precio. Hasta hoy ha quedado demostrado lo que atesoráis y, yo espero que en el futuro sigáis atesorando valores machadianos de justicia y libertad.
De esta manera evitamos comportarnos como los ratones, pues ya se sabe que en estos momentos: “Los ratones están felices, no saben que van a votar al gato”.
De manera que en circunstancias difíciles como el actual, debemos tener conciencia y claridad de ideas para seguir en nuestra incesante lucha política en defensa de la democracia, pues como advirtió Karl Polanyi: “Lo que ocurre cuando la política se pliega incondicionalmente a la economía: el fascismo llama a la puerta”.
Muy a pesar de que alguien pueda entender como adulación lo escrito, me resultaba imposible en este momento no manifestarme con total y absoluta libertan y sinceridad, reconociendo vuestra valía y rectitud en el ejercicio de vuestras responsabilidades de gobierno, ese es el camino, pues: “Jamás habrá paz sin justicia ni justicia sin la verdad. No existe ningún camino hacia la paz y la prosperidad que no pase por la justicia”.
Saludos socialistas para todos.
Jesús.
14 noviembre 2011 at 23:36
Compañero del alma, compañero, ¡hemos de hablar de tantas cosas para despertar de esta pesadilla!
El miedo se ha instalado en la vida de la gente corriente. Y la gente corriente, sin sospecharlo, seguirá apostando por el miedo.
Y lo hará convencida de que lo mismo que hemos vivido en Rocafort o en Orcera en los últimos años solucionará sus problemas.
Sin embargo, mi mesa explica dónde nos han dejado y cómo lo han hecho quienes nos precedieron en el gobierno municipal: se amontonan facturas sin poder pagarlas por valor de 1 millón 800mil euros, proyectos redactados (y pagados) que no conducen a ninguna parte, requerimientos que vaticinan la pérdida de subvenciones (¡desde 2007!), servicios municipales que no se sostienen, una plantilla de Personal supeditada a unos contratos laborales temporales improcedentes, un déficit presupuestario de 800mil euros, graves problemas en urbanismo que se arrastran durante años, etc. etc. etc.
Mi mesa es como la de Segio, vuestro alcalde, el mapa de un infierno de injusticias.
Y de allí vengo ahora (pasadas las 11 de la noche), del infierno y del mapa que lo describe.
Hay soluciones y las explicaremos. Hay salida pero habrá que atravesar el túnel juntos.
No quiero que la gente corriente, como cualquiera de nosotros, claudique ante el miedo y pierda la oportunidad de ganar la esperanza.
Por responsabilidad y por un principio ético del que no quiero ni puedo desprenderme, he rehusado a explicar públicamente la situación de mi pueblo (la pre-campaña electoral para las elecciones generales comenzó el 29 de septiembre) para que nada ni nadie enturbie los datos que saldrán a la luz después del 20 de noviembre.
A ti, a Sergio, y a los vecinos de Orcera os deseo lo mejor: esperanza, prudencia y el coraje necesario para explicar que de esta pesadilla solo puede despertarnos la honestidad, la transparencia, el diálogo y la eficacia.
¡Un abrazo!
16 noviembre 2011 at 08:38
De sentimientos…
Es verdad que el miedo se ha instalado en la gente corriente. Muchas veces se ha de añadir a ese miedo, la angustia de quienes ven peligrar su situación laboral o los que no ven llegar la última nómina con la que pagar las facturas de su casas. Otras veces veo con impotencia la impunidad de quienes han arruinado nuestro pueblo, o la osadía con la todavía se atreven a hablar de la política local orcereña, como alguien que ha estado de paso responsabilizando de todo a otros menos a ellos mismos.
Por nuestra parte, los concejales del Ayuntamiento podemos hablar de varios sentimientos que van desde el orgullo de trabajar para nuestro pueblo a la angustia de no poder encontrar soluciones estructurales a los problemas que tiene nuestro municipio. A veces se añade la angustia de los pequeños proveedores que vienen buscando su última esperanza para cobrar una factura de hace años, la impotencia ante las causas judiciales que llegan todos los días a este ayuntamiento o las miradas perdidas de trabajadores que llevan seis meses sin cobrar y no saben qué decirle a su familia cuando vuelven a casa.
Nuestro compromiso es firme y estaremos aquí mientras quieran los vecinos de Orcera