Domingo 20 de octubre de 2013

El pasado lunes el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad la solución aportada por la Diputación para poder emprender las obras de rehabilitación de parte del Polideportivo. (La menos mala de las posibles)

El camino hasta aquí ha sido demasiado largo e injusto.

LA HISTORIA DEL PLAN DE INSTALACIONES DEPORTIVAS:

Este Plan, que debió ejecutarse entre los años 2007-2011, está financiado a partes iguales por la Generalitat (Dirección General de Deportes), la Diputación y el Ayuntamiento. Unos 93.000€ cada institución.

Cuando en el verano de 2011 accedimos al gobierno, revisamos todos los proyectos pendientes; entre ellos, el que se había presentado para dicho Plan.

El proyecto consistía en la cubrición del patio del colegio público y la construcción de nuevos vestuarios en el campo de fútbol, justo en el espacio libre que existe  junto a las gradas actuales (en la zona de debajo del edificio del Ayuntamiento). Además, la mejora de los accesos al polideportivo.

Nos pusimos en contacto con el AMPA y la dirección del colegio público para conocer su opinión en aquello que les afectaba (cubrición del patio).

Ni el AMPA ni la dirección del colegio habían visto el proyecto hasta ese momento y nos solicitaron que lo cambiáramos porque era mucho más urgente la remodelación de los patios y la construcción de pistas  y la rehabilitación integral de los baños de la zona del gimanasio.

También hablamos con el Rocafort CF, tampoco habían visto el proyecto hasta ese momento. Consideraron mucho más oportuno rehabilitar íntegramente los vestuarios existentes y allí mismo construir los vestuarios necesarios para Fútbol-7.

Se redactó un nuevo proyecto que consistía en la rehabilitación integral de la zona de servicios de la piscina y del campo de fútbol.

(Las obras solicitadas por el AMPA y la dirección del colegio se pudieron ejecutar cambiando otro proyecto que debió haberse llevado a cabo en 2010 y que ejecutamos en el verano de 2012)

Para mantener las subvenciones de este programa (PID), se solicitó a la Diputación una prórroga para la redacción del nuevo proyecto. La Diputación la concedió.

Hasta en cuatro (4) ocasiones se solicitó lo mismo a la Generalitat (Dirección general de Deportes). Sin respuesta

En mayo de 2012 se remitió a esa Dirección general el nuevo proyecto.  En Julio de 2012 hablé personalmente con el Director general de Deportes: no había problema.

A la vuelta del verano supe que sí que existía un problema. Porque a mediados  de septiembre de 2012 los servicios técnicos ya habían informado favorablemente el nuevo proyecto y ese informe se había quedado sobre la mesa del Director general inexplicablemente.

Tras varias llamadas infructuosas logré hablar con el Director general.  Ya corría el mes de octubre.

Le dije que tenía sobre su mesa el informe favorable y que solo faltaba su firma. Lo admitió. Quise saber a qué estaba esperando y afirmó que «todo era muy complicado» y que me comprendía.

Le expliqué que ya habíamos iniciado el expediente de licitación al que habían concurrido CATORCE  (14) empresas y la apertura de las propuestas estaba condicionada al documento que él debía firmar.

Me molestó y mucho que todo un Director general no supiera (o no pudiera) responder de un asunto que estaba en sus manos. Y se lo dije.

Afirmó -¡otra vez!- que todo era muy complicado y que no debía preocuparme porque él asumía toda la responsabilidad «política».

Me quedé estupefacta. ¿Que él asumía la responsabilidad «política»? ¿De qué? ¿De dejar sobre su mesa los documentos que permitían contratar y ejecutar las obras?  ¿De permitir que Rocafort perdiera?… Rechacé de plano su justificación. No me servía para nada que él, ¡todo un Director general!, se contentara con «asumir la responsabilidad política»… 

Finalmente me aseguró que me remitiría el informe y su autorización para contratar y ejecutar las obras.

Pero pasó el mes de octubre y entramos en Noviembre. Y no recibimos nada.

Volví a intentar hablar con él en varias ocasiones y no lo logré hasta bien avanzado el mes de Noviembre. Entonces me dijo que estaban pendientes de una reunión del Consell Valencià de l’Esport  (que él preside) para tomar una decisión en vista de la falta de recursos económicos de la Generalitat para aportar su parte.

Me aseguró que se iban a tomar 1 año para elaborar el Mapa del Deporte Valenciano (?) y que en 1 año estaría todo arreglado (Ha pasado 1 año, el Mapa del Deporte Valenciano no existe)

Le mostré mi indignación y le exigí que me enviara el informe favorable de los servicios técnicos y su autorización para comenzar las obras.

Me dijo que lo haría porque era muy comprensible mi enfado y las dudas que podía albergar acerca de lo sucedido, pero también me dijo que -lamentablemente- Rocafort no contaría con la aportación de la Generalitat porque la situación económica lo impedía.

Efectivamente, el 10 de diciembre de 2012 entraron  en el Ayuntamiento los siguientes documentos:

  1. Informe técnico favorable, de fecha 17 de septiembre de 2012, al proyecto presentado por el Ayuntamiento
  2. Autorización del Director general para contratar y ejecutar las obras, de fecha 27 de noviembre de 2012 (o sea, 2 meses y medio después de tener sobre su mesa el informe anterior)
  3. Oficio del Director general anunciando que la Generalitat dejaba fuera el proyecto de Rocafort por motivos presupuestarios.

Siempre he confiado en la Diputación y a la vista de los documentos recibidos, informé por escrito a los Diputados provinciales de Deportes y de Cooperación Municipal de la situación en la que quedaba Rocafort.

He confiado siempre en la comprensión del Presidente de esa institución con el que también hablé personalmente del tema.

Y, por supuesto, siempre he confiado en la labor que mis compañeros diputados socialistas han desarrollado para resolver este y otros asuntos.

Finalmente, ha llegado la solución (la menos mala de las posibles):  El Ayuntamiento firmará un convenio con la Diputación aportando cada parte los casi 93.000€ que ambas instituciones tenían comprometidos. La Generalitat queda fuera y Rocafort pierde los 93.000€ que la Dirección general de Deportes también tenía comprometidos.

De ese modo, el dinero que podremos destinar al proyecto será de unos 186.000€ y NO los cerca de 280.000€ que estaban previstos. Lo que significará una modificación del proyecto (con el coste correspondiente) y la reducción de obra.

Trabajar durante 1 año y medio contra viento y marea para intentar desatascar un asunto como éste ha sido una batalla incomprensible.

 Que Rocafort haya perdido casi 93.000€ de la Generalitat hay que atribuírselo  a quienes libran batallas inexplicables porque confunden su labor -en el gobierno o en la oposición- con sus posibilidades para frenar y desarmar los proyectos que nuestro pueblo merece.

¡Lamentable!

 A la Diputación, ¡gracias!

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