(Reflexiones sobre el artículo de opinión que publiqué en «La Gaceta de nuestra comarca», «Con el miedo a otra parte»)

El miedo paraliza, y quien lo siembra lo hace para anular la libre voluntad de las personas.

En Rocafort pasa eso, y aumenta de intensidad a medida que se aproxima la cita electoral municipal. Quienes imponen el miedo también alimentan el rencor y la desconfianza.

Sé a quienes les hablo. Y quienes leéis esto, también lo sabéis.

Les hablo a quienes propagan el miedo y lo inyectan; y a quienes callan para otorgar ese poder infame.

Pero me dirijo muy especialmente  a quienes lo estáis sufriendo. Todos tenéis mi respaldo y mi reconocimiento.  Todos sin excepción.

Por eso es necesario que sepáis que conozco vuestra angustia y vuestra impaciencia; y que, aunque solo fuera para borrar vuestros temores, habrá valido la pena mi trabajo.

Os aseguro que es posible otro modo de entender la política municipal, y de gestionarla. Es posible arrinconar el «ordeno y mando», y abrir un nuevo espacio de relación en el que las personas sean tratadas como merecemos: con respeto, con atención y con amabilidad.

Y en ese nuevo modelo que propongo cabemos todos. Solo se excluyen a sí mismos los que arruinan la tranquilidad y la libertad de la gente.

Creedme, juntos podemos acabar con el miedo. Os espero en ese nuevo camino. Os espero a todos y a todas.

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