Miércoles 29 de marzo de 2017.

Sí, Estela, mi hija sí que es Biotecnóloga y doctora.  E investigadora.

Dice tu currículum que empezaste esos mismos estudios en la Universidad de León en 2005, pero sabes que esa especialidad [ese Grado] no se implantó en León hasta 2009; y sabes que, en cualquier caso, no es posible entrar en la Universidad a los 14 años, que era la edad que tú tenías por aquel entonces, en 2005 (*)

Pero todo eso ya lo sabes, Estela.

 

(fuente: youtube)

 

Lo que no sabes es cuánto me ha dolido lo que has hecho.

Quizá sea porque tengo una hija de tu edad y sé cuánto ha trabajado para sacarse la carrera a curso por año, máster y doctorado en tres y convertirse en post-doc desde el 1 de febrero de 2016.

Te vi el domingo en la presentación de la candidata Susana Díaz.  Hablaste de las duras condiciones que tenéis los jóvenes de tu generación a los que se os prometió que si estudiabais, tendríais un futuro. Mientras lo decías, parecías enfadada.

Pensé en mi hija: un excelente currículum, cinco idiomas, habilidades docentes, capacidad divulgadora y una voluntad férrea para seguir aprendiendo.

Cuando te escuché el domingo, te creí.  Pero anoche mismo supe que habías dimitido por haber falseado tu currículum. 

¿Sabes?, mi hija llegó a sentirse del PSOE, pero un día se fue.

No entendía por qué este partido nuestro -el tuyo y el mío- invertía más tiempo rindiendo homenajes a los antiguos líderes y a celebrar sus logros (que los hay y muchos), que en apoyar a quienes proponían avanzar profundizando en nuestros principios y valores para expandirlos, sin olvidar la historia; no para repetirla, sino para engrandecerla.

Mientras te escuchaba el domingo, observé la primera fila; la misma foto, que, para solemnizar su apuesta, el diario ABC insertó a todo color y a doble página en las hojas centrales de su edición en papel del lunes; esa tremenda foto que explicaba que de lo que se trata es precisamente de repetir la historia.  Con caras jóvenes, como tú misma, pero repitiendo la misma historia.

Y no, Estela, esta vez sí que no.

Muchas noches hablo con mi hija, que desde finales de febrero trabaja en una Universidad sueca con un contrato de post-doc que ganó a través de un concurso público.

El domingo nos decía a su padre y a mí que Pedro Sánchez la convencía; que llevaba meses siguiéndolo y que con él al frente, esta vez sí que sí, que el PSOE podía conseguir volver a reunir a las personas que -como ella- habían tirado la toalla.

Esta noche volveré a hablar con ella; y no, no le voy a contar lo tuyo porque mi hija es muy sentida con las cosas de su profesión y con las de la política.

(Sí, Estela, ahora está aprendiendo también sueco)

 

(*) Es cierto, sí pudiste entrar en la Universidad en 2005 porque tenías 18 años. Ha sido un error mío de cálculo, como me han indicado un par intervinientes.